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Si hablaste conmigo, seguramente alguna vez te recomende la Fanática Viciosa. Y seguro que te dije que es una de las mejores fiestas a las que vas a ir. Aunque también seguro te dije que no es solamente una fiesta, sino que es una experiencia… 

Pasó una nueva edición de la Fanática Viciosa, y tuve el honor de que me inviten a capturar en palabras lo que sucedió esa noche.

Primero, para leer esta nota recomiendo poner música de fondo, creo que van a pasarla mejor. Ojo, intenten que sea música instrumental, no dejen que su mente se distraiga por las letras de las canciones.

Segundo, voy a repetir desde ahora que no es una fiesta como la concebimos la gran mayoría. Si, hay para bailar, para beber y charlar. Pero además hay estímulos y performances que van a estar a lo largo de la noche para que puedas disfrutar o que te pueden incomodar, aunque esto último no creo que te pase. 

Es como una gran obra de teatro/arte que está orquestada de manera impecable y minuciosa por la Fanática Viciosa (si aca me estoy refiriendo a todxs lxs que están detrás de esta hermosura). Y todas las ediciones son diferentes, entonces nunca vas a ver lo mismo dos veces. 

Si ya fuiste a una Fanática, vas a sentir como que te abraza y chupa la experiencia, y cuando termina y estás en tu cama mirando el techo recapitulando lo que paso… Ya estás pensando en que la próxima edición vas a estar nuevamente ahí. 

Vas a querer volver y no perderte ninguna edición. 

Por eso cada vez que aparece en las redes o en el boca en boca la frase: “Vuelve la Fanática”, ya se activa el protocolo de: avisarle a lxs amigxs con los que fuiste alguna vez, pero además avisarle a esos amigues que sabes que tienen que vivir la experiencia. 

Un día, boludeando en instagram, como hago siempre, me aparece de repente una publicación de la Fanática, avisando que volvía… 

Si, así de la nada sin previo aviso.

Pum. 

Vuelve la Fanática.

Inmediatamente active el protocolo descrito arriba.

Nos mensajeamos entre quienes ya fuimos a varias Fanáticas con este mensaje: “Vuelve la Fanática”. No es necesario nada más, ya con esas palabras sabemos lo que nos espera. 

Va, “sabemos” entre comillas, porque cada edición es diferente y nunca sabés con lo que te vas a encontrar.

Acto seguido compartir toda la información con todo aquella persona que pudiera y que sabía que disfrutaría de este evento.

Fanática Volumen XIII

Tenía muchas expectativas, porque nunca se con que me voy a encontrar. Estaba ansioso porque llegara el día, en cierto punto es como si fuera a ver a mi banda preferida. Tal vez pensaras que estoy exagerando, pero eso lo tendrás que descubrir vos. 

Bueno, metamosle acelerador a la escritura. 

Llegó el sábado.

Llegó el día.

Llegó la Fanática.

El lugar elegido fue Casa Mona, espacio donde ya habían realizado la penúltima edición (si no me equivoco), y espacio hermoso para disfrutar. Una de esas casas antiguas a las cuales se ingresa mediante una escalera larga que te deposita en el patio/terraza de la  casa. 

Patio al que daban casi todas las habitaciones del lugar.

Apenas entras ya empezabas a vivir la Fanática, porque toda la escalera te recibía con una luz roja/violeta y con algunos maniquíes envueltos en (creo yo) bolsas negras. Agarrados de la baranda, y con una cinta de peligro que los ataba. Algunos solo eran el torso y los brazos.

Yo me llevé un susto.

Llegué temprano a la Fanática, subí las escaleras, caminé por el patio y me compré una birra, pero a los pocos minutos mi amigo Elvio, el fotógrafo, me avisó que estaba estacionando. A lo cual procedí a irme a la calle para recibirlo y charlar sobre como íbamos a realizar la cobertura. 

Pero… Cuando estaba por dar el primer paso en la escalera, veo que uno de los maniquíes se mueve. 

Y obviamente me cague todo. 

Igual rápidamente me di cuenta que a lo largo de toda la escalera ahora había “maniquíes” humanos sentados… NO ESTABAN CUANDO YO LLEGUÉ. Por eso me cagué todo. Creo que unx de lxs performers se dio cuenta e hizo una risa a partir de mi grito ahogado de miedo. 

Los pilares de la Fanática

La Fanática tiene como si fuera cuatro pilares fundamentales: Ritual, Horror, Locura y Lujuria. Cada una con un espacio o performance que las representa. Por lo general siempre hay una primera intervención que abre la noche para todo el público, y es la de Ritual, la cual en se llevó a cabo en el patio. 

Yo soy una persona que no podría ser actor o performer porque me da mucha vergüenza. Tengo vergüenza a ese tipo de exposición, y por lo general me pongo incómodo viendo a otras personas haciendo una performance. Sin embargo aquí no me sucedió eso, sino que hubo una atmósfera súper extraña e inexplicable de comunión/conexión entre todxs lxs que están allí. 

Es tan loco que no vi a nadie con el celular. 

Vivimos en una época que queremos documentar todo, es como la sensación de “si no le saco foto y lo subo a historias no estuve ahí”, y muchas veces parece que vamos a eventos por la foto y no por estar ahí. 

Bueno en una situación como la de la Fanática, en donde hay una performance super producida, pensé que iba a ver más gente con su celular, pero no. Es más, en un momento me subí a una silla para ver todo desde más arriba y escanee rápidamente al público… Todxs estaban mirando en silencio, sin celulares. 

Y eso se repitió toda la noche. 

Fue un espacio y una noche de desconexión tecnológica que se dio super orgánico. Y lo más loco fue que nadie lo extrañó al celu, y se los dice alguien que tiene una obsesión bastante fea con ese aparato. 

Cuando terminó esta primera performance y se dio inicio al ritual Fanática Viciosa, se habilitaron las habitaciones: Lujuria, Horror y Locura.

Las habitaciones de la Fanática

En lujuria estuvo, como en todas las ediciones, la gente de Litoral Kinky (LK), quienes estaban supervisando el espacio. Allí había elementos BDSM y otras cositas para jugar. Antes de entrar, alguien de LK te leía las reglas de la habitación. 

Era un lugar para jugar y divertirse, no piensen que fue un lugar para coger en donde todo el mundo está desnudo, sino que es un espacio de conocimiento y placer, en donde la desnudez no estaba permitida, por ejemplo. Por lo general la habitación de lujuria en la Fanática es un lugar de aprendizaje y seguro para sacar tu lado kinky acompañado por gente que está para guiarte.

Luego quedan las otras dos habitaciones: Locura y Horror. 

En ambas se realizaron una performance, la cual se repite varias veces a lo largo de la noche. Son habitaciones chicas, en donde entran una capacidad limitada de personas y por eso hay que hacer una pequeña fila, pero nada de mucho tiempo. 

Estás performance por lo general no son para todxs, en el sentido que pueden ser incómodas para algunxs, por eso se realizan de esta manera para grupos reducidos y para aquellos que quieran entrar. 

El consentimiento es algo que está súper presente en toda la Fanática, por eso como las performance de horror y locura por lo general pueden ser más fuertes, no se obliga a que todxs tengan que verlas, sino que solo aquellos que quieran ingresen a las habitaciones y obviamente si se sienten incomodxs pueden salir.

Como nadie estaba con el celular, durante las filas para ingresar a esas performances se daban espacio de charlas entre quienes esperábamos. No hacía falta conocerse antes para poder hablar tranquilamente. Y nuevamente, es loco, porque piensen en las veces que tuvieron que esperar o hacer fila en estos últimos días, seguro sacaron el celular y se pusieron a boludear en algo. Bueno en la Fanática te ponías a hablar a lo old school. 

De las performances solo voy a decir que en una de las dos se desmayó alguién del grupo que entró cuando yo entré. Y luego creo que hubo como 3 personas en total que se desmayaron en las distintas performances. Pequeños detalles, igual no tengan miedo que no pasa nada.

En una de las habitaciones, la más grande era el espacio de baile, en donde se podía terminar la noche.

Por eso digo que también es una fiesta, porque podes ir a divertirte, a tomar algo, a conocer gente, a bailar, pero también podés ver performances y cosas que ni en pedo ves en otros lados. Y sobre todo en un lugar donde los tabúes y prejuicios no existen, en donde te podés desconectar  y adentrarte a un espacio distinto. En donde es imposible sentirte incomodx, porque la comunidad de la Fanática te abraza.

Siempre la paso bien y siempre espero a la Fanática. En esta edición me quedo con la desconexión orgánica y fuerte de todxs lxs que estuvimos ahí. Vuelvo a repetir lo del celu porque soy un enfermo, y me encontré que no lo use en toda la noche, no lo necesité sacar de mi bolsillo. Preferí dejar que me absorbiera la Fanática.