Zeta, Charly y Gustavo, conformaban un triángulo inquebrantable que nadie puedo romper e ingresar, pero el Cirque Du Soleil te invita a entrar por primera vez en la historia. ¿Te animas? Te advierto que no descansaras en todo lo que dura el viaje…
El Cirque du Soleil es sinónimo de espectacularidad, prolijidad y asombro, todo eso mezclado con música de Soda Stereo dan lugar a Sep7imo Día, que no es un recital, pero tampoco es un espectáculo como los otros de circo, es algo más, mucho más. Para intentar definirlo podemos decir que es una experiencia multi-sensorial difícil de escribir con letras. Hay que vivirla.
Primero hay que destacar algo, la compañía canadiense ha hecho espectáculos de Elvis Presley, Michael Jackson y The Beatles; que Soda Stereo haya sido elegida para que armar un show con su música es algo importante para la cultura argentina. Este espectáculo tiene un condimento diferente, que es la gente, en ninguna lado del mundo vivimos la música como acá, más si es nuestra.
Té para Tres
A lo largo de noventa minutos la música será la protagonista de la noche, un repaso por los hits de Soda, pero de otro ángulo. ¿Por qué? Porque lo que se vive dentro del hangar es único e irrepetible, posiblemente si vas dos veces al evento no lo vivas de la misma manera en ambas oportunidades. Como dije al comienzo del párrafo la música es la protagonista de la noche, porque el sistema de sonido es de una calidad impresionante; la nitidez, los bajos, el volumen, esta todo ecualizado y coordinado para que la experiencia sea de otro mundo.
Enumeremos algunas cuestiones, si bien no es un recital, hay una zona que es una especie de “campo” en donde el público está parado y participa activamente del espectáculo. Los “ángeles eléctricos” que se encuentran entre el público, iluminados con luces leds pegadas a su cuerpo, son quienes te guían en los momentos donde los acróbatas realizan los números en el “piso”, prácticamente al lado tuyo.
En la ciudad de la furia
Por momentos te dan ganas de saltar, bailar y porque no poguear al ritmo de la música, incentivada por las acrobacias de los artistas que son “poseídos” por el espíritu de Soda. El canto del público está presente en todo momento, si bien en algunos temas se escucha menos, durante los hits es inevitable que cantes, y aunque no quieras hacerlo te vas a encontrar moviendo la cabeza o el pie. Un gran consejo, déjate llevar, es inevitable y hermoso.
Los acróbatas en escena realmente son impecables, la coordinación entre ellos al ritmo de la batería de Charly o el bajo de Zeta, es algo impresionante, sumado al vestuario con muchos colores y peinados al estilo de Soda Stero en su primera época. Al comienzo del show se aconseja no utilizar los teléfonos para grabar, sino que el registro de lo que vemos nos quede en nuestra cabeza. También en tomo momento suceden cosas, y no solamente en el escenario, por llamarlo de alguna forma porque tampoco es un escenario tradicional, sino también a lo ancho de todo el predio; por eso perder tiempo sacando el celular no lo vale.
De Música Ligera
Podríamos escribir y contar todo lo que sucede a lo largo de la hora y media que dura el espectáculo, pero aun así no podríamos trasmitir la experiencia, porque justamente es eso: una EXPERIENCIA para todos los sentidos. Como se plantea al comienzo del show, entrar en el triángulo de Soda, el Cirque Du Soleil logra que realmente sientas eso. En todo momento sentís que no estas escuchando las canciones, estas dentro de ellas, y eso es algo que mientras escribimos estas últimas líneas tenemos la piel de gallina. Sep7imo Día: No Descansare, hace honor a Soda Stero. Gracias.