Existe un fetiche poco conocido llamado dacrifilia, en el cual una persona se excita sexualmente al ver a otra llorar o derramar lágrimas. Aunque generalmente se refiere a sentirse atraído por el llanto de otros, en algunos casos también puede incluir el placer que alguien experimenta al llorar, tanto como una liberación física como una catarsis emocional.
Según una pequeña encuesta realizada en 2014, quienes experimentan dacryphilia lo hacen por compasión hacia la persona que llora, o dentro de una dinámica de dominación y sumisión, en la que el llanto forma parte de un juego sadomasoquista. Este fetiche puede tener también un componente voyeurístico, disfrutando de ver a alguien en un estado vulnerable.
El término proviene del griego: dakrya, que significa “lágrimas”, y philia, que significa “amor”. También se lo conoce como dacrylagnia.
En la práctica, la dacryphilia puede integrarse dentro de distintas formas de juego BDSM. Un compañero dominante puede provocar lágrimas en su sumiso mediante dolor intenso, juegos corporales rudos, humillación verbal o juegos de poder. Por otro lado, un sumiso puede llorar durante una escena BDSM como muestra de servicio o de profunda emoción. Dentro de este contexto, las lágrimas y el sollozo pueden ser placenteros tanto para dominantes como para sumisos.
Aunque el contenido online sobre dacryphilia no es muy abundante, los foros dedicados a este fetiche suelen ser menos explícitos, centrados en imágenes, gifs y videos de personas llorando. Plataformas como FetLife incluso cuentan con grupos específicos para dacryphiliacs.
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